Alumnos de cuarto curso de Bellas Artes de la Universidad complutense de Madrid se han reunido para darnos a conocer algunos de sus proyectos más personales. Bajo el lema “Cuerpo”, esta exposición recoge las diferentes visiones y estilos de los artistas participantes. Carmen Canora nos habla de las Creencias utilizando el símbolo de la Sábana Santa Cristiana aplicado a otras religiones, poniendo en entredicho la adoración a objetos divinizados irracionalmente. “Si podemos creer que algo tan sencillo como una sábana puede adquirir un poder sobrenatural, ¿por qué no creer que todo lo que nos rodea puede contener esta misma magia?” Eva Yarza plantea una serie de retratos a partir de planos, creando perfiles que surgen del contacto entre los colores. “No es necesaria una amplia paleta de pintura ni colores clásicos para hacer retratos realistas”. Cristina Espinosa emplea la poesía (de Alejandra Pizarnik) como instrumento en sus composiciones. Su obra representa el intento incansable de llenar y envolver el cuerpo de poesía. “El cuerpo humano es una maravilla en sí mismo, sus procesos, sus formas, todo él está ya plagado de poesía” Juan Aparicio nos ofrece una serie de obras realizadas partiendo de un análisis del sistema digestivo y sus órganos. El resultado es un conjunto de imágenes en las que visión científica y estética se entremezclan. “La obra está concebida a modo de collage, para enfatizar el concepto de cada órgano como pieza o engranaje sin el cual no funciona el que se sitúa a su lado. Maite Barranco nos enseña a través del mundo de la cartonería industrial, una serie de imágenes coordinadas entre sí, ofreciéndonos un movimiento realizado por la propia lectura de nuestro ojo. “La Caja es una representación de la sociedad creada por el hombre. Un mundo artificial hecha para engañarse a sí mismo, y que ha ido modelándose a lo largo de su historia.” Irene Pérez intenta enfrentar su obra al espectador, para que se sumerja en un cauce de ideas sacando sus propias conclusiones sobre su significado.”Mis obras reflejan, y cumplen lo que creo que es la función del arte, no solo quiero transmitir nuestras emociones, las del propio creador, sino ser un espejo de la misma”. Gonzalo Gómez |